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lunes, 25 de abril de 2011

La vida a traves de los ojos de un Samurai


Las cosas pasan un día cualquiera, no existen sino circunstancias cuando un día tus ojos se toparon con los míos y desde allí comencé a pensar e imaginar la forma en que mirás la vida desde tus ojos.
Ha veces sucede sólo porque somos seres humanos que estamos conectados no sólo en esta vida sino también en vidas anteriores, pero aquí hubo tranquilidad.
Este Samurai o guerrero siempre rie, pero su alma es transparente, hay una profunda sinceridad en sus ojos color miel que hay que verlos muy de cerca para entenderlos, cuando apenas los muestra a través de su máscara donde los oculta cual película de ciencia ficción.
A pesar de su disposición a veces siento tristeza en su alma, la nostalgia de quien recuerda algo importante en su vida, pero que como guerrero debe seguir en sus luchas y combates de la vida para cambiar la filosofía de muchos seres humanos.
A pesar de su apariencia un poco indiferente, muestra la necesidad de dar y recibir, aunque cuando estas cerca de el te hace sentir en paz, te da tranquilidad, seguridad. Aunque si lo presionas un poco muestra un fuerte carácter, temperamento de madurez y sensibilidad.
Mi guerrero Samurai, es un niño, con alma de viejo, la vida lo ha llevado por ese aprendizaje, y digo mio porque "...nada es de nadie si hay alguien quien lo ansía..." (Barut).
Este guerrero conquistador de grandes batallas, cuya historia requiere libertad del alma, me dijo un día que deseaba volar por el mundo, conocer nuevos horizontes y ese era su sueño, que su corazón era del mundo, que en su vida la busqueda del amor, considerado para el lo más importante, la realidad es que su AMOR, no es el que nos han enseñado a buscar, su amor va más allá de la naturaleza misma, de la calidez del viento, de la lenta lluvia o del generoso hermano sol, y a veces no comprenderlo le angustia.
Sé que a veces se dice: ¿será que esta es la vida? hasta aquí llega?, el sabe en su interior sabe que no, que hay algo más. Sin embargo, esa ingenuidad a veces me preocupa como si tuviera que defenderlo, el no lo necesita, pero esa es mi sensación porque lo siento inocente de los demonios que se nos acercan en la vida.
El alma le brota por los poros, y el no lo sabe, pero cambia muchas vidas, el parece un regalo de Dios, un ángel solitario.
La soledad lo hace maestro, pero su pequeño buda del corazón lo hace crecer.
Mi Samurai a todo le da respuesta, y aunque no te mire, te observa y sabe lo que te pasa, sus movimientos son rápidos con la velocidad de los grandes guerreros que están con la espada esperando el combate, pero con un latir oscilante intermitente que hace oir el ruido de su respiración como si te besara con suavidad.
Aunque a veces parece no buscar amigos porque procura el silencio tiene profundidad al hablar, dice cosas que personas comunes no entienden y el vivir en este mundo trivial para un filosofo no es fácil y le hace sentirse inseguro.
Yo pregunto, cual fue el sentido de Dios haberlo encontrado en mi camino, un poquito tarde si se quiere, yo lo veo y siento la necesidad de verlo completamente feliz.
En cualquier momento te diré más sobre las aventuras de este de este samurai soñador de la vida y la existencia plena.